domingo, 18 de abril de 2010

Aquí estamos

Tras un merecidísimo descanso luego que TNembaum cesara en sus intentos por, aparte de irlas de periodista independiente, también quisiera aparentar ser blogger; estamos de vuelta. No, tal vez, para hacer un contrapunto tan marcado como el hecho con el blog de los periodistas in the pendientes, pero sí para constituirnos en pinches tiranos de aquellos que pretenden ser algo que no son, a la vez que críticos feraces de las voces de los enemigos del proyecto nacional y popular. Es una meta muy amplia que no pretendemos abarcar en su totalidad pues no nos alcanzaría el tiempo; pero aportaremos nuestro granito de arena principalmente para respaldar el proyecto de gobierno, el proyecto de país nacional y popular de los compañeros Nestor Kirchner y Cristina Fernández; para que este proyecto se estabilice definitivamente y sea meta de los argentinos que desean un país libre de injerencias foráneas de cualquier tipo.
Continuaremos haciéndo crítica de los periodistas mal llamados independientes y de aquellos blogs que, armados con falacias, la emprendan contra la Argentina Soberana, Nacional y Popular impulsada por los últimos gobiernos democráticos. Seremos muy especialmente pinches tiranos de aquellos que quieren, y podrian, pero que por incapacidad, intereses personales exorbitados u otras falencias de la personalidad y el carácter; no pueden y trastocan así el camino.

Poco importarán los palos decibidos ni las críticas que pudiéramos recibir; como pinches tiranos estamos acostumbrados a eso.


Pinche tirano: Un pinche tirano es alguien, o algo, que aparece en tu vida, y señala tus falencias, de las más nimias a las mayores de ellas. Es como un grano en el culo, saca lo peor de ti y revive tus peores proyecciones, saca la basura del fondo del saco y se pone como sayo tu sombra, tus miedos y tu orgullo. Carlos Castaneda y ompañeros de esta vida me han prestado este término, el cual considero tremendamente útil, y que pocas veces se trata en profundidad dentro del crecimiento personal/transpersonal.


Carlos Castaneda, El fuego interno:

Asi pues, encontrarse con un pinche es una buena oportunidad, para ver, para sacar lo que estaba sin resolver, para encontrar lo perdido, para atravesar aquello que nos da miedo. Y la verdad es que no es nada agradable, de hecho, es como una pequeña muerte, como un parto del que no sabes a ciencia cierta el resultado... Una machada que pide que salgas corriendo lo más rápido posible, y en la que casi no es posible luchar.
Lo que nadie te dice es que de quien huyes es de ti mismo, y que nunca vas a correr lo suficiente.

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